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Al elegir el camino del email marketing, hay varias preguntas que debes hacerte. Temas fundamentales incluyen identificar de la mejor manera posible la lista de destinatarios o encontrar la plataforma de envío adecuada para no sobrecargar tus bandejas de entrada. Pero la duda más frecuente es probablemente otra: ¿cómo evitar caer en spam?
Sí, porque el riesgo de terminar en la carpeta de correo no deseado siempre está presente. ¿Sabías que basta con una mayúscula de más o un uso incorrecto de la puntuación para correr el riesgo de que tu correo no sea entregado? Ver tu trabajo ignorado es la peor pesadilla de cualquier especialista en email marketing, pero con algunas precauciones, este fenómeno se puede limitar o incluso evitar.
Evitar el spam: las mejores prácticas
Para no caer en el spam, primero que nada, hay algunas precauciones textuales que debes tener en cuenta. En primer lugar, el asunto del correo, que es tu carta de presentación para lograr que se abra. Recuerda no utilizar letras mayúsculas ni signos de exclamación, ya que pueden ser percibidos por los servidores de correo y los usuarios como mensajes no deseados. También es una buena práctica tratar de ser directo, para que el destinatario entienda de qué estás hablando de inmediato.
La formatación del mensaje también es muy importante, ya que la presencia de algunas palabras «sospechosas» (especialmente en el asunto, pero también en el contenido) puede ser percibida por los servidores de correo como spam. Evitar palabras como «oferta máxima», «gratis», «compra ahora» o «€€€» es una buena práctica para hacer que tus mensajes sean menos «spam».
Tecnicalidades contra el spam: enlaces huérfanos, SPF, DKIM y DMARC
Desde un punto de vista técnico, presta atención a los enlaces que incluyes en tu mensaje. Todos los enlaces deben funcionar y dirigir a páginas seguras.
Además, la autenticación es un paso que no debes olvidar. Toma en cuenta los registros SPF, DKIM y DMARC, cuya presencia afecta positivamente la credibilidad de tus correos electrónicos.
- SPF. SPF es el acrónimo de «Sender Policy Framework». Este método permite a los servidores de correo verificar si un correo entrante proviene realmente del servidor host declarado y no de una simple copia creada para enviar correos de spam o phishing.
- DKIM. DKIM (Domain Keys Identified Mail) permite a un dominio asociar el nombre al correo electrónico a través de una firma digital que garantiza la seguridad y la no modificación del mensaje enviado.
- DMARC. El protocolo DMARC (Domain-based Message Authentication Reporting & Conformance) es el último control: verifica que la firma DKIM sea válida y que los datos contenidos en ella coincidan con el dominio y la IP declarados por el registro SPF.
Herramientas de verificación de antispam: Mail Tester
Para hacerlo más fácil incluso para los principiantes, existen algunas herramientas gratuitas que permiten realizar verificaciones en los correos que envías. Una de ellas es Mail Tester, que realiza controles tanto técnicos como de contenido del mensaje.
Para utilizarlo, simplemente envía un correo de prueba a la dirección temporal generada por el sitio, actualiza la página y espera a que se calcule la puntuación del 1 al 10 que indica qué tan «spam» son tus correos:
- Puntuación 10. Para Mail Tester, este debe ser tu objetivo. Si lo alcanzas, tienes muchas posibilidades de que tu correo llegue sin problemas a la bandeja de entrada de tu destinatario.
- Puntuaciones 8-9. Es una buena puntuación y es probable que tus correos lleguen a tu objetivo, pero considera los consejos de Mail Tester.
- Puntuaciones 6-7. Es una puntuación aceptable, pero algunos proveedores de correo más estrictos podrían bloquearte. Ten cuidado.
- Puntuaciones 0-5. El consejo es revisar el contenido del mensaje o la configuración técnica de tu boletín. Porque tal como está, probablemente no será recibido por tus destinatarios.
Pero, ¿cómo asigna Mail Tester estas clasificaciones? Como se mencionó, la plataforma, que se puede usar de forma gratuita hasta un máximo de 3 envíos diarios, realiza varios controles. En cada paso, Mail Tester reduce tu puntuación en algunos números decimales si encuentra algo que está mal:
- Asunto y contenido del mensaje.
- Verificación de SpamAssassin.
- Autenticación del servidor (incluyendo SPF, DKIM y DMARC).
- Formato del mensaje.
- Presencia en listas negras.
- Presencia de enlaces huérfanos.